viernes, 26 de junio de 2009

Historia y Características


Sus características plantean interrogantes en relación a la presencia de estas gallinas en la América precolombina e incluso se llegó a postular junto al gallo Bankiva como ancestro de todas las razas.
Varios estudiosos del tema proponen que la Gallina Araucana proviene de la unión de dos razas que el pueblo Mapuche conocía desde tiempos inmemoriables y que mantenían en estado de semi cautiverio. Una era la llamada collonca, cuya característica era el no tener cola (falta del Pigostilo) y poner huevos azules o azul verdoso. La otra era la denominada quetra cuyas características eran comunes salvo que poseían aretes.
Uno de los primeros datos históricos data del año 1880 cuando se descubren los rasgos especiales de estos animales criados por los mapuches, de allí que adopta su nombre. Se cree también que Fernando de Magallanes en su viaje alrededor del mundo en 1519 atracó sus naves en la Bahía de Santa Lucía y cargó estas aves en sus bodegas.
El profesor Salvador Castello, director de la Real Escuela de Avicultura de España, que viajó a Chile en 1914, se encontró en la FISA con la exhibición de estas exóticas gallinas y creyó que estaba descubriendo una especie distinta, a la que bautizó como Gallus inauris. Las características de la raza eran: ojos rojos, contextura física mediana, y unas pequeñas protuberancias carnosas, cerca del oído a los que denomina pendientes o penachos.
También observa que ponían huevos de color celeste/verdoso/rosado, razón por la cual también son conocidas hoy como "gallina de los huevos de Pascua". A esta característica se suma que el macho como la hembra no tenían cola, a lo que denomina como rumpless.
Luego de unos años se pudo saber que Gallus inauris era el resultado de una hibridación y que existió solamente en la granja perteneciente al Doctor Rubén Bustos, en Valparaíso, Chile. De acuerdo con las indagaciones de Bustos, no habría existido una raza de gallina araucana pura sino varios tipos, entre los cuales predominaban dos. Unas eran las mencionadas colloncas, gallinas sin cola, que ponen huevos celestes y verdosos, y las otras eran los quetros, con aretes y cola, y que no necesariamente ponían huevos azules. Los ejemplares que Castelló vio en la FISA, y que hasta el día de hoy constituyen el modelo del estándar de la gallina araucana en los países del Norte, habrían sido producto de un cruzamiento realizado por el veterinario.
También se sabe que entre los años 1920 y 1930 estos animales fueron llevados a los Estados Unidos y a Europa por su particularidad de poner huevos de color donde hasta el día de hoy son criadas, existiendo asociaciones que reúnen a los criadores de estas aves.
Las primeras importaciones de gallinas araucanas que se hicieron en Estados Unidos provenían de Chile y esos animales cumplían con los rasgos de no tener cola, penachos en los oídos y ponían huevos de color azul-verdoso.
Una pintura publicada en un artículo geográfico en 1927 de un artista desconocido y que fue llevada a Estados Unidos sirvió para perpetuar este mito de la gallina araucana con “penachos” en ambos lados de la cara.


La controversia en torno al origen

El origen de estas aves ha planteado numerosas interrogantes. Como los mapuches no tenían escritura no hay registros precolombinos sobre esta gallina. Sólo se conservan crónicas de alrededor del año 1500, que dan cuenta de la crianza de gallinas por parte de los "indios araucanos", de una raza distinta a la europea.
Antiguamente la principal controversia era si estas gallinas existían antes de que llegaran los españoles al continente. Antes del 2007 había científicos que indicaban que no se tenía ningún indicio en este sentido y que los primeros ejemplares, originarios de Persia o Ceilán, pudieron haber sido introducidos por los piratas europeos al inicio de la Conquista. Sín embargo otros plantearon que podrían haber sido traídas por migraciones polinésicas antes de la llegada de los europeos; y esta última hipótesis toma fuerza cuando a principios de junio del año 2007, antropólogos chilenos y neozelandeses, anunciaron haber encontrado unos 50 huesos de pollo en el sitio arqueológico de El Arenal, al sur del Chile.El análisis genético de uno de ellos demostró que pertenecían a especies polinesias, y que llegaron a la zona al menos 100 años antes que los españoles. Esto abre nuevas teorías respecto al origen de la gallina araucana.


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